Tú nos diste en los sesenta, Olga Lucía,
El regalo sin igual de tu sonrisa,
Hoy te evoco, sirenita, entre la brisa
Y en el agua en que tu gloria florecía.
Esa niña que al hablar reconocía
Su evidente timidez, el ir a misa,
El querer poder nadar con mayor prisa
Para darle a su país más alegría,
Esa niña es hoy tan solo en mi memoria
Una mezcla de nostalgia con historia,
Un pasado en que feliz yo te soñaba,
Y en el sueño conocía tu Cali bella,
Y en el sueño, Sirenita, eras mi estrella,
Luz radiante que mi vida iluminaba.
Esa fe que me enseñaron hoy confía:
¡Que en el Cielo Dios te tenga, Olga Lucía!.
Ruitoque, Mesa de las Tempestades. Área metropolitana de Bucaramanga, sábado 30 de marzo de 2019.
NOTA DEL PORTAL: Soneto dedicado a la memoria de la niña nadadora colombiana Olga Lucía De Angulo, figura estelar de nuestro deporte a finales de los años 60 y principios de los 70.
La joven y magnífica deportista se retiró cuando apenas tenía 17 años de edad, a raíz de haber sufrido la pérdida de su señora madre.
Más tarde se convertiría en psicóloga de la Universidad Javeriana.
Había nacido en el mismo mes de noviembre del año 1955 en que nació el autor del poema.
Infortunadamente, la doctora Olga Lucía De Angulo enfermó y fue llevada en busca de atención médica a Canadá, donde falleció (11 de febrero de 2011).
Siempre la recordaremos con especial cariño.
[Fotografía del diario El País, de Cali – Colombia].
