Oriundo de la Señora Bucaramanga, señora de las cigarras —en los versos del cantor José A. Morales—, Leonardo Rodríguez V. adelantará sus estudios primarios en la vecina Lebrija, la capital piñera del mundo, y su bachillerato en su ciudad natal, para luego marcharse a la tierra de José de San Martín y de Manuel Belgrano, Buenos Aires, Argentina, a estudiar Filosofía y Teología como parte de su formación superior, que no culminará en el país austral, vivencia que él mismo habrá de denominar más tarde, en la solapa de una de sus obras bibliográficas, una “experiencia vocacional”.
De Argentina retornará a la capital santandereana para ingresar luego a la Facultad de Psicología de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), alma mater en la que obtendrá su título profesional.
Sin embargo, el abrazar la hermosa profesión de psicólogo estará muy lejos de significar que abandone el cultivo y el estudio de la filosofía y la teología, pues, por el contrario, no solo habrá de proseguir en ellos, sino que de su pluma, amena y erudita, emergerán los libros 50 perlitas de filosofía (Y un breve estudio sobre el escepticismo), Amor por la sabiduría. Una introducción amigable al mundo de la filosofía y Cartas a Tomás. ¿Por qué el mundo actual es como es?
Nuestro portal, siempre respetuoso de las ideas ajenas, acoge hoy con calidez a este joven y promisorio intelectual santandereano, y empieza a compartir sus enseñanzas —y la personal visión que defiende del mundo, de la historia y de la vida con sus amigos, en la seguridad de que algunos no estarán de acuerdo con sus ideas, otros se identificarán con ellas, pero todos las leerán con la consideración y el respeto que se merece un joven santandereano talentoso, estudioso y profundamente honesto que ha dedicado su existencia no solo a ahondar en el estudio de los conceptos filosóficos, sino a defender valerosamente añejos y sólidos principios que le son caros.
Desde nuestra perspectiva personal, y más allá de que coincidamos con él o disintamos, Leonardo Rodríguez V. es un verdadero filósofo, un auténtico constructor de pensamiento que, en estos tiempos áridos y difíciles, sí que estaba haciendo falta para que nos ayudara a todos a reencontrarnos con el hoy abandonado arte de pensar.
Ruitoque, Mesa de las Tempestades, domingo 9 de diciembre de 2018.
