CARTAS A TOMÁS. Por: Leonardo Rodríguez V.

 

Carta I

Querido Tomás:

Perdonarás que me haya tomado el atrevimiento de escribirte esta carta (en realidad creo que serán más de una, así que el perdón tendrá que ser mayor), te conozco y sé que no eres muy amigo de la lectura y tiendes a aburrirte pronto con cualquier cosa que no sea tu querido fútbol o tus juegos a través de Internet. Me dices constantemente que la lectura es aburrida, o que es para viejos, no para jóvenes, y que en resumen no atrae tu atención ni siquiera un poco. Por todo lo anterior sentí mucha alegría, aunque no te lo dije para no asustarte, cuando hace algunos meses leíste El Principito, de Antoine de Saint Exupery, y me contaste lo mucho que te había gustado (espero que no solo por su reducido tamaño). Dije en ese entonces para mí mismo: ¡puede que después de todo aún haya esperanza!
De manera que te pido me disculpes, prometo ser breve en estas cartas que quiero escribirte y que deseo de todo corazón puedas leer. Ya que sin tener la belleza de El Principito, sí han sido escritas con un gran cariño y un deseo por que conozcas un poco más sobre las causas que han influido para que el mundo actual sea como es, el mundo que hoy vives como joven y que, como joven, deseas conquistar con ese ímpetu generoso tan propio de la juventud. Lo que no quisiera es que ese mismo ímpetu juvenil con el que asumes y enfrentas la realidad que te rodea, te impidiera ver más allá de las apariencias, hasta el fondo mismo de las cosas, de tal manera que ignoraras las causas que han llevado a la sociedad actual a ser como es, y al hombre actual a pensar como piensa y a comportarse de la manera en que lo hace. Porque estoy convencido de que conociendo las causas de estos procesos podrás tener un juicio mucho más preciso y justo sobre este mundo en el que debes ahora vivir y realizar tu proyecto de vida.
El punto que quisiera resaltar es que muchas veces tenemos la tendencia a creer que todas las características que presenta hoy la sociedad han sido fruto del progreso humano, es decir, algo bueno y positivo. Mientras que, por el contrario, pudiera ser que muchas de esas características fueran en realidad fruto, no de un progreso, sino más bien de una decadencia, de una caída, de un proceso de corrupción en las ideas y en los comportamientos. En definitiva un proceso de debilitamiento de la forma de pensar y de vivir. He dicho que pudiera ser así, y por ello he decidido escribirte, para exponerte en estas cartas algunos hechos, ideas y personajes que han influido en este proceso y que han ayudado a darle a la época actual la forma que tiene, de manera que puedas tú mismo decidir si efectivamente todo ha sido fruto del progreso humano, o si más bien en algunos aspectos habría que decir más bien decadencia humana.
No te preocupes mi querido Tomás, las cartas serán breves y trataré de escribirte de forma sencilla y directa, sin palabras rebuscadas de ‘viejo’, intentando no aburrirte demasiado. Mi interés es que, ante todo, las leas y puedan ayudarte a comprender un poco mejor este mundo en el que tú y yo nos hemos venido a encontrar.
Siempre he admirado tu curiosidad y la energía con que emprendes tus proyectos, a esa curiosidad quiero hablarle ahora, que sea ella la que te lleve en este recorrido, al final del cual espero puedas entender mejor por qué el mundo actual es como es.

Con sincero afecto,

L.R.

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LEONARDO RODRÍGUEZ V. Psicólogo, filósofo, teólogo y escritor santandereano.

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1 respuesta a CARTAS A TOMÁS. Por: Leonardo Rodríguez V.

  1. Xenia Ortiz de Blackburn dijo:

    Su carta deja entrever su forma sencilla y comprensible al lector.
    Será grato estar al tanto de sus escritos.

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