LAS MUJERES EN LA FILOSOFÍA. Capítulo XI: MARÍA MONTESSORI. Por Óscar Humberto Gómez Gómez, Miembro de la Academia de Historia de Santander y del Colegio Nacional de Periodistas Seccional Santander.

 

La primera mujer italiana que se graduará de médica será María Montessori (Universidad de Roma, 1896).

Se inclinará después por la Psiquiatría, asistirá a las primeras clases que se dictarán de Psicología Experimental, obtendrá el Doctorado en Filosofía (Universidad de Roma) y terminará aplicando sus concepciones filosóficas al mundo de la educación infantil convirtiéndose en una extraordinaria pedagoga y creadora del método de enseñanza conocido como “El Método Montessori” hasta llegar a ser una de las más prominentes educadoras que ha dado la humanidad.

Mujer profundamente católica, recibirá en 1950 —cuando ya cuenta con prestigio mundial— el título de Doctora en Filosofía de la Universidad de Amsterdam, Holanda (Países Bajos).

 

 

María Montessori partirá de la base de que la educación del niño debe estar encaminada a hacerlo un hombre libre. La educación será para para ella, pues, el camino expedito hacia la libertad. Y dirá —y lo demostrará con su método— que el instrumento por excelencia con que cuenta el maestro para la educación infantil es el juego.

La doctora Montessori habrá nacido en Ancona cuando aún Italia no se ha unificado, el 31 de agosto de 1870.

 

 

Recibirá la Legión de Honor de parte de Francia y será propuesta como candidata al Premio Nobel de la Paz en tres oportunidades.

 

 

María Montessori publicará los siguientes libros:

La casa de los niños (1907)
El método de la pedagogía Montessori (1909)​
Antropología pedagógica (1913)
El manual personal de la Dra. Montessori (1914)​
Manual práctico del método Montessori Ideas generales sobre el método (1915)
Método avanzado Montessori (2 vols., 1917)
El niño en la Iglesia (1929)
La misa explicada a los niños (1932)
Educación y paz (1934)​
El secreto de la infancia (1936)
Ideas generales sobre mi método (1948).

 

 

Para María Montessori la escuela no es «un lugar donde el maestro transmite conocimientos», sino «un lugar donde la inteligencia y la parte psíquica del niño se desarrollará a través de un trabajo libre con material didáctico especializado».

 

 

 

 

El pensamiento filosófico de la connotada intelectual italiana, referido siempre a la educación de la niñez, se condensa en sus frases más memorables, entre ellas las siguientes:

“Esta es nuestra obligación hacia el niño: darle un rayo de luz, y seguir nuestro camino”.

“Cualquier ayuda innecesaria es un obstáculo para el desarrollo”.

“El niño que ha aumentado su propia independencia con la adquisición de nuevas capacidades solo puede desarrollarse normalmente si tiene libertad de acción”.

“La mejor enseñanza es la que utiliza la menor cantidad de palabras necesarias para la tarea”.

“La mayor señal del éxito de un profesor es poder decir: “Ahora los niños trabajan como si yo no existiera””.

“El primer movimiento de la pequeña mano hacia las cosas, el impulso de este movimiento, representa el esfuerzo del yo por penetrar en el mundo”.

“La tarea del educador solo puede tener como base la normalización del niño y así conseguir la normalización del hombre y la renovación de la sociedad”.

“El instinto más grande de los niños es precisamente liberarse del adulto”.

“El niño que tiene libertad y oportunidad de manipular y usar su mano en una forma lógica, con consecuencias y usando elementos reales, desarrolla una fuerte personalidad”.

“Podemos decir que la mano ha seguido a la inteligencia, a la espiritualidad y al sentimiento y que la huella de su trabajo ha transmitido las pruebas de la presencia del hombre”.

“El niño, guiado por un maestro interior, trabaja infatigablemente con alegría para construir al hombre. Nosotros, educadores, solo podemos ayudar…Así daremos testimonio del nacimiento del hombre nuevo”.

“La persona que es servida, en lugar de ser ayudada, es obstaculizada en el desarrollo de su propia dependencia. Este concepto es el fundamento de la dignidad del hombre”.

“Nadie puede ser libre a menos que sea independiente; por lo tanto, las primeras manifestaciones activas de libertad individual del niño deben ser guiadas de tal manera que a través de esa actividad el niño pueda estar en condiciones para llegar a la independencia”.

“El niño, con su enorme potencial físico e intelectual, es un milagro frente a nosotros. Este hecho debe ser transmitido a todos los padres, educadores y personas interesadas en niños, porque la educación desde el comienzo de la vida podría cambiar verdaderamente el presente y futuro de la sociedad”.

“Si consideramos la vida física por un lado y la mental por el otro, rompemos el ciclo de relaciones y las acciones del hombre quedan separadas del cerebro. El verdadero fin del movimiento no es favorecer una mejor respiración o nutrición, sino servir a toda la vida y a la economía espiritual y universal del mundo”.

“(…) Tenemos que tener claro, eso sí, que el desarrollo del potencial humano no está determinado por nosotros. Solo podemos servir al desarrollo del niño, pues este se realiza en un espacio en el que hay leyes que rigen el funcionamiento de cada ser humano y cada desarrollo tiene que estar en armonía con todo el mundo que nos rodea y con todo el universo”.

“La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle”.

“Los movimientos no solo los hacemos simplemente por movernos; cada movimiento tiene su propósito, siempre tiene alguna intención”.

“Si la salvación ha de llegar, sólo puede ser a través de los niños. Porque los niños son los creadores de la humanidad”.

“El establecimiento de una paz verdadera será obra de la educación”.

 

 

María Montessori morirá el 6 de mayo de 1952 cuando se encuentre en Holanda preparando viaje hacia el África. Habrá viajado, difundiendo su método y fundando escuelas, por Estados Unidos, China, India, Alemania, Gran Bretaña, España y Suecia. Sus ideas no habrán sido bienvenidas en los sectores más refractarios al cambio. De España, concretamente de Barcelona, habrá tenido que huir al estallar la Guerra Civil Española (1936) y el dictador italiano Benito Mussolini habrá ordenado cerrar sus escuelas (1933).

 

 

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FOTOGRAFÍAS: (1), (2), (3), (4) y (10) : María Montessori en diferentes etapas de su vida.

(5): María Montessori y su único hijo, el distinguido educador italiano Mario Montessori.

(6), (7), (8) y (9): La actriz italiana Paola Corteselli en la película María Montessori: una vita per i bambini (una vida dedicada a los niños), dirigida por Gianluca Maria Tabarelli (2007).

 

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[CONTINUARÁ]

 

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