Frente a este pobre pueblo embrutecido,
Henchido de alcohol y balompié,
Pasa el niño sin escuela, y no lo ve,
Porque está pendiente solo del partido.
Pueblo inmerso en los archivos del olvido,
Ya no sabe a quién más tenerle fe,
Y desfoga su violencia en el olé
O en el cuerpo del paisano que ha perdido.
Extiende como trapo una bandera,
Ofende y se apuñala con cualquiera,
Y el hambre la distrae andando ufano.
Por el fútbol lucha hermano contra hermano,
Todo intento de amistad resulta vano
Y la flor es recortada en primavera.