Más violencia en la TV colombiana: Ahora EL “DOCTOR” MATA. Por Óscar Humberto Gómez Gómez

Cuando me contaron que iban a pasar por televisión un dramatizado sobre la vida de un chiquinquireño famoso me alegré. “Por fin —me dije— le van a hacer a Julio Flórez el homenaje que se merece”.

Y es que al estupendo poeta, violinista, guitarrista, tiplista, pianista y grabador chiquinquireño, el homenaje de coronarlo solamente se lo hicieron cuando ya estaba a una semana de morir. Después, vino el silencio. A tal punto, que entre las nuevas generaciones, la inmensa mayoría ni siquiera sabe quién es Julio Flórez.

Cuando me aclararon que no era sobre Julio Flórez, me decepcioné. Aunque el hecho de que aquí releguen la cultura nacional y se ignore a los poetas no debiera ya desencantar a nadie.

Pero, de pronto, recuperé el ánimo.

“Ah, ya sé —reflexioné—. El dramatizado es sobre Alberto Urdaneta”.

Aunque el maestro Urdaneta no nació en Chiquinquirá, sería, en todo caso, una exaltación merecida a esa tierra. Su canción “Guabina chiquinquireña” es una de las piezas más célebres del folclor andino colombiano.

“De paso —pensé con ingenuidad— se le hace un homenaje a este folclor, que está completamente excluido de la televisión nacional”.

Pero no. El dramatizado tampoco era sobre Alberto Urdaneta.

“¿Será, entonces, sobre la Virgen de Chiquinquirá?”, me interrogué.

Era un interrogante absolutamente tonto. No solo porque se hablaba de “un chiquinquireño”, no de “una chiquinquireña”, sino porque, además, en un país donde ya se excluyó a Dios mismo de todas partes, y los pocos que todavía invocan su nombre, solamente lo hacen para obtener plata o conseguir votos, no aparecía como muy probable que dijéramos el que la televisión quisiera hacerle un tributo a la Patrona de Colombia.

Y, en efecto: tampoco era sobre la Virgen de Chiquinquirá.

Finalmente, supe sobre quién será el dramatizado. Debí —como El chapulín colorado— sospecharlo desde un principio.

El dramatizado será sobre “El doctor Mata”, es decir, sobre uno de los tantos asesinos y ladrones oscuros que ha dado este pobre país desventurado y a los cuales tanto viene exaltando la televisión de unos años para acá, atrayendo con eso a una teleaudiencia nacional cada vez más alienada y, por supuesto, beneficiándose de una jugosa pauta publicitaria, así sea a costa de contribuir a la magnificación del crimen y a la creciente pérdida del respeto por la vida y la decencia.

Se dedicará, pues, la televisión nacional a refrescar la inútil y tenebrosa existencia de Nepomuceno Matallana, uno de los tantos sujetos que no vino a este mundo sino a causar daño, y quien, falsificando un diploma de abogado de la desaparecida Universidad Republicana —la que creó el Partido Liberal, cuando aún existía el Partido Liberal— engañó a incautas víctimas, que pagaron con su vida el haber creído en ese individuo. Escurrirá, como siempre, la sangre por la pantalla, y así, mientras la indolencia generalizada consume crispeta con Coca Cola, “El doctor Mata” falsificará letras de cambio y escrituras notariales, estafará y matará a sus engañadas víctimas, las enterrará clandestinamente y se burlará de la ley, de la moral y de las buenas costumbres.

¡Sean todos bienvenidos!

 

¡Gracias por compartirla!
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4 respuestas a Más violencia en la TV colombiana: Ahora EL “DOCTOR” MATA. Por Óscar Humberto Gómez Gómez

  1. Ruth Esther Meneses dijo:

    Estoy de acuerdo con Usted, Doctor Oscar. Disminuyamos la incomodidad que nos generan estos dramatizados violentos, cambiando de canal o aprovechando el tiempo en una buena lectura.

  2. Luis Alfredo Acuña Sánchez. dijo:

    Oscar Humberto, en mi humildad, el hombre es de naturaleza pecadora y se re-encuentra con ella ante este tipo de programas. Con ello satisface sus propios deseos carnales, pensamientos e intenciones y evidentemente se alimenta de ello. Creo que eso explica porqué los programas de personajes siniestros, ocultos y malévolos son seguidos para obtener estos ratings altos. Nuestra actual juventud (y muchas personas adultas) se encuentra desubicada, sin identidad, y está llena de una violencia que desborda los límites de cualquier persona y estos documentales fortalecerán más estas conductas que no creen en nada. Como tú lo dices, Oscar Humberto, ya el nombre de Dios no existe para la mayoría de los jóvenes y personas adultas. El trabajo diario de un padre y una madre sobre sus hijos, desde temprana edad en la formación espiritual hará que muchos jóvenes no pierdan el norte y no sean partícipes en la imitación de estos siniestros personajes. Oscar Humberto, un abrazo y gracias porque este tipo de escritos críticos en bien de todos nacen del fondo de un alma llena de valores y preocupada por una Colombia diferente y una juventud sana.

  3. MARIA RUTH DIAZ ENCISO dijo:

    Increíble, pero cierto Dr OSCAR HUMBERTO; en nuestro país, la CORRUPCIÓN pasó a ser lo NORMAL… Nos corresponde hacer el cambio de adentro para afuera a cada uno, y así las nuevas generaciones nazcan limpias, puras y sobre todo CONSCIENTES…
    Dios le bendiga Infinitamente…

  4. Dr. Óscar Humberto Dios lo bendiga por sus sabios comentarios y justicieros reclamos sobre el mal uso de la Televisión Colombiana y otros medios.
    Lo que vemos es el desbordamiento sin control del interés desaforado del capital nacional e internacional que ante la generación de réditos no importa cual sea el medio y mucho menos la causa impactante a una sociedad cada vez más desorientada por el relativismo de valores y principios.
    Un cordial saludo
    Mario Bolívar Grimaldos

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